domingo, 29 de abril de 2012



¿Como controlar y eliminar la ira?
El expresarse de una manera firme, pero no agresiva, es la manera más saludable para poder
manejar la ira. Su meta debería ser aprender como expresar clara y directamente sus preocupaciones y necesidades, sin herir a otros o sin tratar de infundir miedo sobre ellos. La ira incontrolable es un comportamiento aprendido que necesita ser cambiado. Consulte a un consejero de EAP para recibir ayuda en esta área. Mientras tanto, los siguientes consejos lo pueden ayudar:


• Tómese un respiro. Aunque suene simplista, el contar hasta diez y salir del cuarto ayuda a restaurar la paz. Cálmese respirando profundamente y con pensamientos positivos sobre usted mismo.

• Use técnicas de relajación. Respire profunda y rítmicamente mientras relaja sus músculos, un grupo cada vez, y visualizando una escena placentera.


• Repítase declaraciones que lo calmen. Frases reiteradas positivas dichas a usted mismo como: “Mantén la calma,” “Estoy enojado, pero lo puedo controlar,” o “no debo dejar que esto me moleste.”


• Haga ejercicios aeróbicos. Salga a caminar o a andar en bicicleta. Juegue basketball o levante pesas.


• Use el humor para aliviar la tensión. Piense en una historia o chiste jocoso. Imagínese a usted o a la persona con la que usted está con coraje en una situación ridícula.


• Mantenga un diario de iras. Identifique los tipos de situaciones que provocan su ira y registre sus reacciones.


• Hable con un amigo comprensivo o con su esposa/o, con su médico o terapeuta. El ser capaz de hablar sobre sus frustraciones puede ayudarlo a desactivar su ira. El decir, ‘estoy furioso; o ‘estoy tan enojado que podría…’ lo ayudará. No espere que su interlocutor resuelva su problema, pero considérese con suerte de tener alguien que le permita desfogar.


• Perdone a la otra persona. Reconozca que no es realista esperar que todos se comporten de la manera que usted desea. Visualice deshacerse de la ira e imagínese que en usted existen sentimientos de quietud y calma.

domingo, 8 de abril de 2012

Experimento del pequeño alberth



Jhon watson desarrollo el conductismo que hoy en día constituye una de las principales corrientes psicológicas, y que se emplea en muchas terapias con un alto grado de efectividad.


Watson se caracterizó por sus experimentos realizados junto a Rosalie Rayner. El quería comprobar si podía aplicar el conductismo en la reacción de miedo de un niño de 11 meses de edad y que ha pasado a la historia con el nombre del pequeño Alberth.


Alberth fue escogido por su gran estabilidad emocional. Este fue internado en la Clínica y se le procedió a hacerle todos los examenes necesarios para este experimento. En todo salio en perfecto estado.


El experimento consistió en presentar al niño un objeto de color blanco al tiempo que un ruido fuerte (que se lograba golpeando una barra metálica detrás de la cabeza del niño). Después de varios ensayos, el niño sollozó ante la presencia de una rata y posteriormente generalizó su respuesta a otros estímulos: un perro, lana, un abrigo de piel, etc.


El experimento no pudo llegar a término, no alcanzándose la fase de descondicionamiento, ya que a Alberth lo sacaron de la Clinica antes de terminar el experimento.


Alberth murió a los 6 años, algunos medicos dicen que fue por ese experimento ya que creó en él varios traumas a animales y traumas emocionales causados por la barra metalica (los sonidos fuertes). Murió de una enfermedad llamada HIDROCEFALIA.


El experimento del Pequeño Albert abrió el debate sobre la ética a la hora de experimentar con seres humanos, contribuyendo al establecimiento de límites para este tipo de experimentos.


Recientemente, después de siete años de investigación, Hall Beck encontró al pequeño Albert, descubriendo que su nombre real era Douglas Merritte.